Semana Belgraniana – Lunes

En estos días de tanta discusión y poco debate se hace necesario recurrir a aquellos que pensaron el país antes que nosotros. Recurrir al pensamiento de uno de nuestros padres fundadores, el primero que pensó económicamente estas tierras, a las que soñó distintas, prósperas y justas.

Se llamaba Manuel Belgrano y había nacido en Buenos Aires el 3 de junio de 1770. Estudió en el Colegio de San Carlos y luego en España, en las Universidades de Valladolid y Salamanca. Llegó a Europa en plena  Revolución Francesa y vivió intensamente el clima de ideas de la época.

Así pudo tomar contacto con las ideas de Rousseau, Voltaire, Adam Smith y al fisiócrata Quesnay.

La casa de Manuel Belgrano, donde nació y donde murió. Estaba en avenida Belgrano al 400 y fue demolida en 1909.

Se interesó particularmente por la fisiocracia, que ponía el acento en la tierra como fuente de riqueza y por el liberalismo de Adam Smith, que había escrito allá por 1776 que “La riqueza de las Naciones” estaba fundamentalmente en el trabajo de sus habitantes, en la capacidad de transformar las materias primas en manufacturas.

Belgrano pensó que ambas teorías eran complementarias en una tierra con tanta riqueza natural por explotar.

Autor: Felipe Pigna

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